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Cristina T. Cap 1

Cristina T. Cap 1

? Cristina T. Primera Parte

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27 de enero 2009.
por edrapecor
I

Cristina comia su chocolate con avidez mientras caminaba. Hoy tambien se habia volado de las clases. ?para que? Si no entendia nada de quimica, Fisica y Matematicas. ?que como lleg? a quinto a?o? Pues de verdad no lo sabia. Copiamdose, rogando,Pero en fin; en realidad era uno de esos misterios insondables. ?por que su mam? se divorc?o y se fue a vivir a Australia?. ?Por que Guillermo Jos? no terminaba de declararsele?. A mitad del chocolate vio a la ni?a parada en medio del sol. Sucia, flaca, con la cara de derrota de los derrotados. Ella continuo comiendose su chocolate y siguio caminando mientras veia de reojo a la ni?a. Despues lleg? a asu apartamento y entro en su r?tina. Su divina rutina. MP$ con musica de Rihama y para cambiar el estilo Hilary Duff. Se ducho, disfrut? su ba?o de cremas y se dispuso a almorzar la raci?n que le dejo la muchacha del servicio. Su apartamento era para ella sola. Su padre llegaba siempre tarde. Si es que llegaba. A veces desde su cuarto veia la luz de la sala. A veces voces alegres, las voces incluian mujeres. A veces al levantarse se topaba con el, delgado, en su flux ejecutivo, ba?ado y perfumado.
–Hola hija.
–Hola padre.
Vio sus mensajes de texto. La Chela, La Yuri, la Negra, la Gorda y la ni?a. Un mensaje de su padre en uno de sus rega?os que hacia desde la oficina.
–El liceo me mand? un e-mail con tus notas. 6 MATERIAS APLAZADAS. Creo que la fiesta de tus quince a?os esta muy muy lejos. Tengo que viajar. Nos veremos ?ste Sabado. Fue un imprevisto.
La muchacha se introdujo en el cuarto de su padre y prendio el DVD y disfruto toda, pero toda la tarde ver peliculas hasta que se durmio.

Por inercia se levant?. Eran las 6:30 AM. Vio la monta?a de ropa sucia. Eso lo ecogeria la servicio. Algunas para la tintoreria, otras para la lavadora.

Estuvo en clases y trato de pasar desapercibida, no queria llamar la atencion de los profesores. Hoy tenia crisis de fastidio. Se habia cansado de hacer el ridiculo persiguiendo a Jos? Cristobal, el bello del Quinto B. Tuvo castellano, Fisica, Biolog?a y Responsabilidad Social y en medio del paroxismo del fastidio vio el comedor escolar, nunca comia all?. Pero entr?. Tomo la opcion de comida para llevar. Pure, Chuleta, ensalada de repollo y un carton de leche de cabra light. Hoy no queria saber nada de las chicas. Asi que casi arrastrando su morral camino por la amplia avenida hacia la bifurcaci?n. El Norte la zona residencial suya. El Oeste, los pobres y miseros. Vio a los malos del Quinto C; todos le habian roto el coraz?n; entendio que no querian nada con ella no por fea, sino por fastidiosa, bruta y no bailar muy bien. Adicionalmente por no querer acostarse con ninguno de ellos.
Vio a la ni?a exactamente en el mismo sitio y a pleno sol. parecia esperar a alguien ? algo. Asi que en silencio se par? enfrente de la ni?a y le extendio el pote de anime y en morboso silencio vio el efecto de la vista del almuerzo en la sucia ni?a. Sin embargo la chica miro muy bien la raci?n y recibio en silencio el tenedor, cuchara y cuchillo de plastico que ella le extendio.
–Muchas Gracias. Se lo llevare a mis hermanos.–dijo muy normalmente.
–?Vives en los barrios?–pregunt? por romper el hielo.
–No. Vivo cerca de aqui. ?quieres venir?.
Era una invitacion peligrosa. Su uniforme de liceo de alta sociedad era peligroso en algunas zonas.
–?Donde?.
La ni?a por respuesta extendio la mano y se?alo la avenida de los industriales, de los viejos edificios. Caminaron en silencio. Cristina vio como la amplia calle con arboles viejos no era ni tan fea. Llego al viejo edificio de ladrillos, de tres pisos y escaleras oscuras, la ni?a la llevo por el corredor pintarrajeado del primer piso hasta el ?ltimo del comedor. La ni?a empujo una puerta sin cerradura.
–Ya llegue–anunc?o. Cristina entro detras y los vio. Una ni?a semidesnuda y sucia de unos cinco a?os. Otro de unos tres a?os, ambos parados silenciosamente, viendola directamente, recostados de la pared.
–Esta muy oscuro y sombrio– susurro Cristina.
–No hay luz.
–?Que mas no hay?.
–Ni agua ni gas.
–?Y tus padres?.
–Mi mama salio a buscar trabajo.
?Viene ahora?.
–Salio hace tiempo y no ha regresado.
–?Y tus papis?.
–No se.
-?Y tu eres?.
–Soy Aida.
–Aida. Un nombre muy bello– dijo Cristina viendoles. Eran hermanos pero no se parecian.
–?Vas a la escuela?.
–No.
–?Y este apartamento es de tu mama?.
–No se.
Cristina vio la miseria y suciedad del apartamento. Habia una nevera, tambien una peque?a cocina y una lavadora vieja y oxidada. Platos de caryton y bolsas abandonadas por todos lados.
–Debo irme– dijo Cristina finalizando su excursion a el submundo tan lejos de su realidad de clase media alta.
–Adios– les dijo a todos.
–Me llamo Raquel– dijo la ni?a ense?ando sus 5 dedos para indicar que tenia esa edad.
—-Yo soy Jorge Andres– dijo el ni?o acercandosele enese?ando sus tres dedos y lleno de la ensalada de repollo y mayonesa que ella trajo.
–Yo tengo ocho– le dijo Aida
–Y yo Quince– mintio Cristina para sentirse un poquito importante– Vendr? ma?ana.

No pensaba volver. Fue volando a su apartamento y horas despues se ba?aba y se ba?aba enjabonandose una y otra vez para despegarse aquel olor rancio y fuerte, le parecia que no se le quitaba.
Un aviso de transferencia.
–Mi pap? siempre tan fiel– dijo abriendo su facebook– Varias invitaciones y Geraldine, Esther, la ni?a y la gorda en el messenger.
Comenzo a Chatear desde las 3 pm hasta las 6 de la tarde. Informaci?n b?sica: El ridiculo de Gilbert le cargaba los libros a Ana Luisa. Roger estaba contra el suelo por que la Graciela se iba a vivir a Canada con su familia y que ma?ana harian un quitz de matematicas. Ni pendiente.
Con un impulso abrio el libro de practicas de matematicas y releyo las notas Hipotesis de Rieman . Conceptos b?sicos.
Tenia un ejercicio basico resuelto. Lo miro y reemiro y no entendio nada. Simplemente de tanta veces verlo lo memorizo. ?que fue lo que explico el profesor? El esfuerzo que no entendia porque lo hacia si practicamente tenia el a?o perdido la hizo dormir sentada en la silla del comedor. Nuevamente se despert?. las 11 pm. Asi que sin desvestirse tomo una pepsi light y se fue a rastras a su cama a dormir.

II

Llego al liceo para enterarse el comentario General. El choque de los Heavy Dutty discotek en un pique contras los negros del barrio. Se extrellaron contra un camion del aseo ubano. ?pero que idiotas?.
El profesor extendio las hojas del quitz. Cuando llego a ella sonrio sarcasticamente.
–Espero srta Takeshi sepa al menos firmar– le dijo con sonrisa burlona.
Volteo la hoja y con asombro vio. mientras oia la voz del profesor.
–Es mi regalo. 5 puntos para la evaluaci?n general.
Cristina no podia creerlo. Era la peor burla del profesor. Era el ejercicio resuelto del libro. Era su reto. Sabia que nadie revisaba los libros de practica. Vio a sus compa?eros de clases. ?Patetico?. Buscaban copiarse. Buscaban soplarse. Otros trataban de tapar sus hojas de examen para evitar el ?Buceo? de los otros. Simplemente transcrib?o el examen memorizado sin faltarle ni una coma. Aspiraba que no se le hubiese olvidado nada.
Algo parecido a que si puedo hacerlo la invadio. Entregaron sus hojas en medio de susurros y resultados. El profesor dio su clase. Puso esfuerzo en atender. Y entendio que el profesor no explicaba nada. Solo pasaba pore ncima de los ejercicios. Despues vivo la clase de ciencias de la tierra y Cristina por primera vez despert?. La profesora hablaba por hablar. No daba clases para nada. Por eso ella aprobaba. Era simplemente la carisima mensulidad que su padre pagaba lo que hacia el milagro.

III

Maribel es de lo ultimo. Graciela no ha terminado de irse y ya ella se le esta regalando a Roger.
–Luis Edurado no va a terminar la escuela..
–?Porque?–Pregunto Cristina viendo pasar a Guillermo, viendo a las del 4to B derritiendose al verlo y ella al terminar de verlo pasar pensando que debia encontrar una forma de acercarsele sin parecera una ramera.
–Lo van a internar en una clinica de terapia anti drogas. Pero eso es grado 33–le dijo trayendola a la realidad la pelirroja de la Nako.
Termino la jornada. Vio al peque?o grupo dirigirse al comedor. Ella tambien entr?. Pidio igualmente el pote para llevar. Vio a la Negra y a la Yuri ver con cara de horror el servicio.
–Pidanlo para llevar y me lo dan– dijo en un impulso.
–?Oh dios?. No sabia que la cosa estaba tan mal en tu casa– se burl? la Yuri.
–Es que tengo unas mascotas que alimentar.
–?Que son?.
–Es una sorpresa– dijo recibiendo los potes–Despues las invito al Mc donalds.
Salio con sus potes en una bolsa y paso por el lado de Guillermo. Pero esta vez el muchacho no hizo el mismo efecto. Estaba concentrada en su nueva distracci?n. Rapidamente llego a la esquina y vio a todos lados. Fruncio los labios con malacrianza. Vio vuelta sobre si misma en redondo. No la veia. Bueno ya sabia donde estaba. Camino resueltamente hacia la zona del edificio. Vio la motocicleta roja. Vio los dos hombres de uniforme azul oscuro. Vio a Aida. Se acerco en silencio a los policias.
–Te vuelvo a encontrar robando y vas directo al reten de menores–amenazo el policia a la ni?a, mientras le quitaba unas monedas; luego se vio observado por la quincea?era del lujoso uniforme del liceo Japonesamericano.
El hombre se quito el casco y le pregunto con un gesto.
–Es…mi…mi sobrina–Dijo Cristina.
Los dos hombres soltaron la carcajada y cruzaron

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